viernes, 10 de enero de 2014

Nuevo Orden Mundial vs Cambio de Conciencia




Las teorías conspiratorias siempre me han llamado la atención y como cada inicio de año la secuencia de noticias acaba abriendo debates de los que difícilmente te puedes mantener al margen. Sentado sobre hojas secas, en el césped de un parque madrileño, consulto mi móvil y un tuit que enlaza con un artículo sobre la conciencia social capta mi interés. Enlazo este artículo con otros que hablan de bancos, crisis y deudas soberanas, y este con otro de política internacional y grandes corporaciones como Monsanto. Después miro atolondrado cómo se agitan levemente las ramas de los árboles.

Ya nadie duda que se está estableciendo un nuevo orden mundial y que el poder está concentrado en unos pocos que acaban imponiendo el designio de muchos. Las grandes corporaciones controlan nuestra alimentación, nuestra economía y hasta nuestras modas. Grandes corporaciones apoyadas por grandes bancos son partícipes y cómplices de esta endogamia económica que provoca la globalización. Los gobiernos solo son la cabeza visible de estos intereses y el dinero corre a raudales entre cada conjunto. Estar fuera de esta asociación que nos gobierna te convierte en un marginado o en un paria. La cuestión es, ¿cuanto jugo social le queda por exprimir a este sistema?. Un jugo fruto del acomodo general y que poco a poco no da más de sí. Estamos otra época de reajuste, cumpliendo el calendario previsto, un apretón más de cinturón, una selección natural de un mundo sin conciencia y que cada vez estrecha más la estructura piramidal que la sustenta.
De esta muerte social surge lo inesperado, un cambio de conciencia como alternativa, el “yang”, una reacción lógica ante el acorralamiento al que estamos sometidos, casi como inducido por un planeta que poco a poco ve como va perdiendo vitalidad y encuentra su quietud aspirando a una muerte digna. No quiero hablar de los Rockefeller, los Kissinger o los DuPont, ni del FMI,  Banco Mundial o las Naciones Unidas, solo del cambio que estamos experimentando a nivel individual y que tiene el reflejo en lo colectivo. No hay duda que las ventajas de este sistema te mantienen atado a él, nadie quiere a estas alturas una anarquía global que desemboque en el caos. Nadie excepto quién pueda provocarlo a propósito como es de esperar en el plan urdido por los que ocupan el vértice superior de un triangulo cada vez mas isósceles. La reacción está en cada uno de nosotros. Cada vez más se hace necesario un cambio de conciencia, un desarraigo a lo conocido, una despedida de lo que hasta ahora parece ser lo único que nos mantiene con vida. Vamos hacia un único poder que lo gobierne todo y en esa lucha de poderes nosotros estamos en medio, siendo los peones de un tablero de ajedrez en el que desconocemos las reglas. ¿Como es posible?.
Esta crisis a nivel mundial ha servido no solo para marcarnos a fuego el pensamiento “madrecita que me quede como estoy”, sino para fusionar grandes corporaciones farmacéuticas, de transporte, alimentarias y bancarias. Solo en España, la compresión ha sido descomunal y aún no ha parado, a nivel local y en todos los sectores, allanando el camino de unas futuribles fusiones internacionales. Como ejemplo ilustrativo solo hay que prestar atención a las cajas de ahorros españolas en el periodo comprendido entre 2009 y 2012. 



(Fuente Imagen : iahorro.com) 



Tras las dos guerras mundiales, la creación de la moneda única europea fue el tercer paso firme hacia este nuevo orden. A ésta seguirá la creación de monedas únicas en América del Norte y Sudamérica, posteriormente le tocará a Asia y África, y finalmente quedará una moneda única que nos gobierne a todos (como diría J.R.R Tolkien).
Cada vez quedarán menos manos que cuenten nuestro dinero. Titánicas aerolíneas como American Airlines Group, Grupos mediáticos colosales como News Corporation y gigantes publicitarios como Publicis Omnicom Group decidirán que nos conviene en cada momento. A nuestro alcance esta inercia es imparable y forma parte de la hoja de ruta del denominado NWO (New World Order).


(Fuente Imagen: Lanacion.com.ar)



Por otro lado, el cambio de conciencia global está en auge y se presenta como la alternativa. Cómo canalizar este cambio y hacer que sea efectivo es nuestro gran obstáculo aunque estoy convencido que dentro de cada uno de nosotros, incluso de los que reniegan a este cambio, existe ese “Yang dentro del Ying”.
Tenemos un enemigo implacable, el tiempo, que determinará si este cambio se produce de manera espontánea o como instinto de supervivencia. En el equilibrio de fuerzas está la clave y cuanto más se acerca el momento decisivo, más semillas darán su fruto, creando esa dualidad que nos hace humanos.
 
Matias Gali.

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